Y e n c i m a d e t o d o c a n t a n
Sandra Viridiana
He aquí la historia de tres ardillas parlantes muy peculiares –Alvin, Simon y Theodore–, quienes por azares del destino, terminan en la casa del compositor segundón Dave Seville (Jason Lee, ganándose la papa)
Al ser descubiertas por este, las ardillas se dan cuenta de la necesidad de convencer a Dave de que las deje vivir en su casa para demostrarle que no sólo pueden andar, hablar y pensar como una persona.
¡Sino que pueden cantar! Y no tardarán en revelarse como la sensación musical pop, del momento.
Los problemas surgen cuando las ardillas comienzan a darse cuenta de su éxito y se vuelven en contra de Dave, gracias a su ambicioso manager (David Cross, correteando la chuleta)
Sin embargo, pronto descubrirán que haber formado una familia con Dave es el mayor éxito de todos…
Bueno, es irremediable que en las temporadas de vacaciones, los grandes estudios de cine, tienen la cuasi divina obligación sagrada y ancestral, de lanzar una película familiar, para llevar a los niños y compañía, a salas de cine, a verla.
Y no crean, que se hace por amor al arte, a contar una bella, trascendente y hermosa historia, que inspire a las generaciones de chamacos, que se presentan con sus papas a chutarse esta clase de propuestas (Excepto “El Mundo Mágico de Terabithia”, que fue hecha exactamente por esos propósitos y no por mero producto comercial), no…
Se hacen pensando, en el mero éxito comercial de la misma, en que la publicidad de la película atraiga millones de dólares en taquilla, sin importar la historia que se cuente y de pilón poder explotar mas a los papas después de salir del cine, para que compren discos, muñecos de peluche y después el DVD de la propuesta, de estas ardillas cantantes, con “Alvin y las Ardillas” (Alvin and the Chipmunks / EUA / 2007)
Cabe decir, que este trió, ya tuvo 2 series animadas televisivas y su llegada al cine, puede entenderse, como mera desesperación mercantil, por parte de los señores de la Fox; Digo es Navidad, hay niños en casa y adultos histéricos por entretenerlos y no sea que los vayan a llevar a ver una de princesas en plan de “Pez fuera del agua”, de abejas, monstruos marinos, hermanos indeseables de Mr. Santa Claus, o de brújulas; Mejor que sea la nuestra de ardillas, ¿No?
Y mayor gracia, la cinta no posee y si bien reconozco que su primera media hora, la película es realmente divertida. Con su humor de pastelazo, flatulento y bobalicón (La única escena, que sí me hizo reír, es aquella donde Dave abre el lava platos y Alvin grita adentro; Ya que es una reacción, como si lo hubiera visto en la ducha y el compositor entro sin tocar; O quizás aquella, donde Alvin trata de ayudar a Dave con su cita y este según le esta diciendo a Claire, “Para nada tiene esas intenciones”)
Pero son contados esos momentos y cuando los personajes quedaron introducidos y finalmente se le presentan en Nochebuena, a ese sangrón compositor, que quiere explotarlas, hasta su puerta, para reivindicar a Dave, el filme se desinfla y jamás levanta hasta terminar.
Total que para no hacer el cuento largo, estamos ante un mero producto comercial, pobre, predecible y hasta tedioso, con un mensaje obvio (Hay que divertirse, pero también respetar a los mayores y ser responsables) y cuya gracia termina empalagando e irritando, como la personalidad de este mismo trió de ardillas.
En esta cinta (Siguiendo el camino ya andado por Scooby Doo y Garfield, anteriormente) cobran vida digitalmente estos roedores; E insisto, no tienen mas chiste, que cantar “Nochebuena esta por llegar…”, expresar sus personalidades estereotipo (Alvin es travieso, Simon juicioso y Theodore tierno y de ahí no pasan), dejarse aconsejar por su papa humano y que Alvin oiga a Dave, gritarle su nombre, cuando hace alguna travesura gacha.
De hecho Jason Lee, luego de la gracia de darle voz al “Supercan”, en la mediocre cinta del mismo nombre, se avienta otro numerito patético y ridiculon, en esta propuesta, para cerrar el año.
Digo tampoco es Jack Nicholson, pero por lo menos que tenga más dignidad en escoger los proyectos, a los que le estampa su firma, para participar y no diré más de su trabajo aquí.
Quizás, el villano encarnado con cierta convicción, por David Cross, aguanta que nos quedemos en la sala, hasta que la película acaba.
Ni hablar de la dirección de Tim Hill, especialista en esta clase de pueriles filmes familiares y que le debemos churritos tales como “Garfield 2” (06) o “La Revancha de Max” (01) y tal vez la más o menos atractiva “Los Muppets en el Espacio” (99); A la fecha, la mejor película, de su filmografía, a mi parecer.
Con “Alvin y las Ardillas”, parece que dejo a los actores improvisar la historia, a los de efectos especiales dirigir las secuencias con las ardillas y el en el ínterin se fue a tomar un “Late”, porque su dirección es poco menos que fallida, en todo lo que hace aquí.
Así pues, estamos ante una película hecha exclusivamente por negocio, estrenada estratégicamente en esta temporada, para que los niños que quieren verla garanticen su éxito y ya.
No hay nada más que rescatar, de un filme como este, descarado, más comercial y superfluo que los RBD y tan irritante, como esos kilos de más que se cuelgan de uno, en esta temporada navideña y luego resulta imposible bajar.
Lo más rescatable: La secuencia de Alvin bañándose, la canción de las ardillas de “Nochebuena esta por llegar…”, la escena de la cita de Dave y aquella de Theodore durmiendo en la cama con Dave, por una pesadilla; Ah y David Cross, quien aguanta con dignidad el show.
Lo más abucheable: Todo lo demás y sobretodo el descaro de Fox, por hacer esta clase de productos plásticos y superficiales de explotación. Además de la patética pareja formada por Jason Lee, Alvin (Con voz de Justin Long, manipulada) y las ardillas y la sosa Cameron Richardson (“Pánico en Altamar” 06)
¿O debería decir trío, cuarteto, quinteto?
SIGAN IENDO al cine.

ALVIN Y LAS ARDILLAS (309)
Calificación: 

Dirige: Tim Hill
Con: Jason Lee, David Cross, Cameron Richardson, Justin Long
Tráiler:
Disponibilidad: DVD; Región 4 (Renta y Venta)